La certificación de rendimiento AHRI de los intercambiadores de calor de placas ya es internacional.

En 2001 se aprobó en el mercado de América del Norte este programa de certificación de intercambiadores de calor líquido a líquido, junto con la norma de pruebas técnicas AHRI 400. Desde 2012 el programa de certificación puede utilizarse en todo el mundo, hecho que ha tenido una enorme repercusión en las especificaciones y la compra de los intercambiadores de calor de placas. El programa de certificación de intercambiadores de calor líquido a líquido AHRI 400 es actualmente la única certificación de rendimiento independiente que existe en el mundo para intercambiadores de calor de placas.

Un problema latente

Antes de la introducción de la norma AHRI 400 y del programa de certificación de intercambiadores de calor líquido a líquido, el rendimiento de los intercambiadores de calor con juntas era un problema que pasaba desapercibido. La competencia era feroz desde hacía tiempo, de ahí que algunos fabricantes optaban por ahorrar costes reduciendo las dimensiones de los componentes. Esta estrategia, que compromete el rendimiento de una manera deliberada, les permitía ofrecer precios muy atractivos.

A la larga, sin embargo y como suele ocurrir, lo barato salió caro. Los intercambiadores de calor con este tamaño presentaban un rendimiento muy deficiente cuando se utilizaban durante periodos prolongados, disparando los costes de funcionamiento,al funcionar muy por debajo del nivel de capacidad necesario, obligaban a las bombas y enfriadores a compensarlo trabajando a destajo. El resultado es fácil de adivinar: un desperdicio considerable de energía eléctrica. 

Las ventajas de la certificación del rendimiento

La adopción generalizada de la certificación de rendimiento AHRI tiene sentido para todas las partes implicadas:

• Disminuye el consumo de energía y reduce significativamente los costes de funcionamiento durante la vida útil al garantizar un sistema más eficiente desde el punto de vista energético.
• Garantiza el valor total de la inversión al reducir los costes de las pruebas de campo y los márgenes adicionales de rendimiento de los componentes.
• Permite realizar comparaciones justas del rendimiento térmico y la relación precio/rendimiento, ya que los cálculos han sido verificados.
• Garantiza el cumplimiento de los objetivos de consumo energético y climatización mediante un dimensionamiento adecuado de la capacidad del intercambiador de calor.
• Proporciona tranquilidad a quienes confían en el rendimiento del sistema: proveedores, consultores, contratistas y usuarios finales.
• Pone el foco en la eficiencia energética, lo que fomenta la innovación y estimula a los fabricantes a desarrollar productos más eficientes.
• Elimina el engaño del rendimiento térmico, lo que aumenta la confianza en la industria.

Desde todos los puntos de vista, la certificación de rendimiento AHRI es mejor para todos los implicados en el proceso de diseño, producción, selección y funcionamiento de los intercambiadores de calor de placas.

Creemos que la certificación de rendimiento es un paso importante en la creación de un mercado sólido de intercambiadores de calor de placas y beneficia a la industria en su conjunto.