El procesamiento circular de aceite de oliva extrae aceite de orujo valioso a partir de los restos de los productores en España
El productor de aceite de oliva español, San Miguel Arcangel SA, utiliza sistemas de evaporación y decantadores de separación para sacar más provecho de sus aceitunas, obteniendo valiosos antioxidantes y aceite de orujo a partir de los restos del proceso de extracción de aceite de oliva y limpiando el agua residual para volver a utilizarla.
FECHA 2023-11-28La refinería de aceite de oliva San Miguel Arcangel SA, ubicada en el sur de España, se encuentra entre las plantas más grandes de su categoría en todo el mundo. Cada año procesa 600.000 toneladas de orujo de aceituna, formado por los huesos, la pulpa, la piel y el agua que se obtienen tras retirar el aceite, proveniente de 40 almazaras de la provincia. Solo en esta zona se produce una quinta parte del aceite de oliva del mundo, y esta es conocida como el "mar de olivos".
«El orujo de oliva contiene un pequeño porcentaje de aceite que no puede extraerse mecánicamente en las almazaras», explica Álvaro del Río, de Alfa Laval España. "Sin embargo, puede seguir procesándose para extraer el aceite de orujo, el cual, tras un refinado posterior, tiene un precio de mercado que puede competir con otros aceites de semillas refinados destinados al consumo humano".
Antes de extraer el aceite de orujo residual, este debe secarse. Este proceso se lleva a cabo de manera tradicional en secadores de tipo trómel, que tienen costes energéticos y medioambientales altos.
"Estos secadores usan gases de combustión a altas temperaturas para secar el orujo", dice Álvaro. "Sin embargo, este sistema tiene poca eficiencia térmica, ya que los gases y el vapor de agua se liberan al aire exterior y, además, el sistema de purificación de gas que limpia las partículas en suspensión del humo es muy caro".
Álvaro Río en las instalaciones del cliente frente al equipo de evaporación entregado por Alfa Laval.
En 2018, el cliente necesitaba una solución para procesar aceite de orujo que aumentase la capacidad, mejorase la rentabilidad y cumpliese con normas medioambientales más estrictas. Alfa Laval propuso una solución innovadora que era más rentable en términos de costes de producción y muy sostenible.
«Propusimos deshidratar parcialmente el orujo de aceituna usando el decantador X11 trifásico y de alta capacidad, que ha sido desarrollado recientemente para esta aplicación», dice Álvaro.
«Con esta tecnología, pudimos eliminar aproximadamente el 50 por ciento del agua total y, de este modo, duplicar la capacidad de los secadores existentes. Además, este decantador extrae mecánicamente el aceite de orujo, que tiene un mayor valor que el obtenido mediante procedimientos químicos. El cliente ha invertido en tres líneas de decantación que pueden procesar más de 1000 toneladas al día».
El cliente también ha elegido invertir en evaporadores AlfaFlash, que concentran el líquido descargado de los decantadores con un coste energético mucho menor, ya que consumen un 50 por ciento menos de energía térmica y un 20 por ciento menos de energía eléctrica que los secadores trómel tradicionales. La recirculación forzada reduce el ensuciamiento de los intercambiadores de calor, permitiendo un procesamiento continuo y minimizando las paradas para realizar la limpieza.
«El concentrado resultante contiene altos niveles de antioxidantes, sales de potasio y ácidos fúlvicos, que son productos muy demandados en las industrias farmacéutica y cosmética para su uso en suplementos alimentarios o productos de belleza», dice Álvaro, añadiendo que estos subproductos del refinado de aceite también constituyen una materia prima para la industria de los fertilizantes líquidos, ya que tanto el potasio como el ácido fúlvico son elementos fundamentales en la fabricación de fertilizantes para una gran variedad de cultivos.
«Por tanto, se obtiene un producto que no puede producirse mediante métodos tradicionales, y, cuando se pone en valor, compensa enormemente los costes de procesamiento», concluye Álvaro. «Además, AlfaFlash produce agua destilada que puede usarse en sistemas de refrigeración, evitando así el consumo de agua de pozos y sistemas de abastecimiento públicos y obteniendo una ventaja medioambiental muy grande».
El AlfaFlash usa un 50 por ciento menos de energía térmica que los secadores de tipo trómel. Gracias a ello, se ahorran unos 2,2 MW de energía térmica por hora. Ello equivale a reducir unas 440 toneladas de emisiones de CO2 por hora.
Suprarreciclaje
Al suprarreciclar 600.000 toneladas de orujo de 40 almazaras, el cliente produce 12.000 litros de aceite de orujo, que se suele vender a aproximadamente el 30% del precio del aceite de oliva virgen extra.
Alimento sostenible
El aceite de orujo es una alternativa conocida a otros aceites alimentarios, y en ciertas preparaciones culinarias es preferible su uso al de aceites de oliva extravírgenes y refinados. El aceite tiene un punto de ebullición más alto que el de otros aceites de oliva, es rico en antioxidantes y vitamina E y tiene un sabor neutro. Por ello, constituye una alternativa ideal a otros aceites de fritura. También es un sustituto perfecto del ghee, hecho a partir de mantequilla clarificada, que es el aceite tradicional de la gastronomía india. El ghee de vaca es conocido por tener un contenido muy alto de ácidos grasos trans, que resultan perjudiciales para el ser humano, de hasta 4 g por cada 100 g de ghe.
En 2018, la Organización Mundial de la Salud (OMS) tomó medidas contra las grasas trans y recomendó limitar el consumo total de estas grasas al 1 por ciento del consumo total calórico de una persona. Según la OMS, el consumo de grasas trans provoca la muerte de más de medio millón de personas al año por enfermedades cardiovasculares. Dinamarca fue pionera en este campo y prohibió las grasas trans en 2003.
Las grasas animales contienen grasas trans de manera natural, mientras que su presencia en grasas de origen vegetal es una de las consecuencias negativas del método de procesamiento. Alfa Laval juega un papel fundamental en el fomento general de la seguridad alimentaria en todo el mundo, ya que las regulaciones suelen depender de las posibilidades técnicas disponibles.